miércoles, 1 de febrero de 2012

Capitulo 1: Mi deber.



Estaba montado en la vieja camioneta. Dana iba conduciendo mientras decía tonterías para restarle importancia a la situación. Yo miraba por la ventana y me reía de vez en cuando para que siguiera pensando que la estaba escuchando.


Contemplaba la ciudad que debía dejar. Miraba sus calles, sus negocios, su gente paseando tranquila y otros apresurados, pero todos se dirigían donde querían, sin ataduras ni presiones, yo no había elegido mi viaje, me lo habían impuesto, pero lo acepté con la mayor naturalidad posible. Al fin y al cabo era mi deber, un deber al cual no le podía dar la espalda. 


La verdad es que no me daba pena dejar la ciudad, ni siquiera el nombre era importante. Íbamos de ciudad en ciudad cada dos por tres. Aveces cada un año, a veces cada dos semanas, incluso alguna vez solo habíamos tardado un par de días. Aprendí a no formar lazos ni vínculos con nada del sitio en el que nos alojábamos, gracias a eso nunca tuve ningún problema en abandonar todo. Por que no me dejaba nada. NY, Boston, Atlanta, LA, Michigan, California, y miles de sitios más. Pero esta vez era diferente, iba solo. Mi familia no podía acompañarme. Un internado a las afueras de un pueblecito deprimente llamado Riverton, me esperaba con sus tétricos brazos abiertos.


Al llegar a la estación de tren, mi mejor amiga estacionó la camioneta. Bajamos y me colgué mi bolsa de lona al hombro. Dana cogió mi mano y entramos en silencio. Esperamos sentados en un banco con las manos entrelazadas, los dos sabíamos lo que debía hacer y el peligro que tenia.
-¿Hacemos una apuesta?-dijo con una sonrisa torcida, que hizo que sus blancos dientes resaltaran sobre su piel negra.
-Vale, ya veras como esta vez gano yo.-siempre hacíamos apuestas, y como los dos eramos muy competitivos, los resultados siempre estaban muy reñidos.
-No te engañes.-dijo pasando una mano por mi brazo con pena fingida.
-Tonta,-dije riéndome.-va, dime que quieres apostar.
-Apuesto a que no duras en ese infierno todo un curso. Apuesto a que te descubrirán antes de que lo acabes.
Me la miré pensativo, pero pronto el orgullo me pudo y con una sonrisa le contesté.
-Acepto la apuesta.
Chocamos las manos y justo llegó el tren.
-Tengo que irme ya.-dije levantándome con un suspiro.
Se levantó unos segundos después y me abrazó. Ella no era de mostrar mucho su cariño, pero yo y el momento eramos una excepción.
-Ten cuidado, ¿vale?-dijo con una voz tierna.-No te confíes.
-Se cuidar de mi mismo, Dana. Tranquila, ya veras como sale todo bien.-dije apretándola más fuerte y soltándola.
-Acuérdate de enviarme algún e-mail, ¿eh?-dijo volviendo a sonreír.
-Por supuesto. Lo más seguido que pueda, pero ya sabes como es ese internado.
-Si, lo se.-dijo suspirando. Cuando empezaron a sonar los pitidos de las puertas, me abrazó por ultima vez.-Te quiero Lucas.
-Y yo Dana.-le besé en el pelo y me metí en el vagón con tiempo justo para que cerraran las puertas. Vi como dejábamos atrás la estación y a Dana, y en cuanto desaparecieron de mi campo de visión cogí mi bolsa y me dirigí a mi estrecho compartimento.


Una vez dentro lo primero que hice fue tirarme en el pequeño camastro. Me quedé mirando el techo un par de horas, pero mi cabeza estaba rondando otra parte.
Al poco anocheció, y antes de darme cuenta, el móvil me sonó con descaro, a pesar de las horas que eran. Lo cogí y contesté.
-¿Si?
-Lucas, cariño.-sonó su voz desde el otro lado de la linea.
-Hola, mamá.
-¿Ya estas en el tren?
-Si-dije suspirando.-Mañana a la mañana estaré en mi infierno personal. ¿Y a ti como te va?-No lo solté todo, pero ella sabia a que me refería.
-Bien, esta noche no hay salida.
-Mejor así descansas.
-No necesito descansar.
-Todo el mundo lo necesita. Y tu no eres una excepción.-dije rodando los ojos.
-Ya.-dijo sin mucho sentimiento.-Bueno Lucas, ¿debo recordarte tu objetivo?
-No, mamá. Debo descubrir por que..
-Vale, vale. Ya se que te acuerdas. Solo era por si a caso.-dijo cortando mi frase.-Bueno, te dejo descansar. Un beso y cuídate.
-Igual tu mamá, adiós.-después de esto colgué.


Estuve todo el viaje mirando al techo, incapaz de dormir, pensando en la de momentos tensos y peligrosos que pasaría ese año. Lo peor seria si me descubrían, ahí o me escapaba o moría.


Me levanté y pesadamente me deshice de las oscuras y viejas ropas que llevaba. Me puse el uniforme y unas botas gastadas en negro.


Cuando el tren anunció mi parada, cogí mi bolsa de lona y bajé del transporte. Ya solo quedaba una media hora para el amanecer. Fui caminando por la calle del pueblecito hacia el bosque. Tenia que reconocer un poco la zona y empezar a familiarizarme con mi entorno. Cualquier prevención y ayuda era importante.


Ya salían las primeras luces del alba a teñir el cielo. Estaba en el bosque de al lado del internado Medianoche. Entonces oí un ruido que me puso alerta. Me agazapé lo más posible entre la maleza y observé mi alrededor.


Entonces fue cuando la vi. Una chica pelirroja, con piel clara y pequitas en la cara. Parecía alterada y puede que hasta asustada. Me erguí ligeramente para ver a su alrededor y encontrar la amenaza. Pero antes de encontrarla, la chica echo a correr. Me estiré del todo viéndola correr asustada. Fui a correr tras ella para ayudarla


Sus movimientos eran torpes por el bosque y su lentitud al correr acabó de confirmarme de que era una simple humana. Mi gran entrenamiento me permitió alcanzarla más rápido de lo que ella corría. Las hojas sonaban debajo de mi y veía como las ramas le desgarraban el jersey y hacían que pequeños mechones rojos se escaparan de su moño. Ella se tropezaba con alguna piedra.


Y cuando estuve lo suficientemente cerca salté sobre ella para cubrirla del peligro.
-¡Ah!-gritó mientras caíamos rodando.
Acabé, con nuestras piernas entrelazadas, aplastando-la contra el suelo. Tenia intención de gritar así que le tapé la boca. Un brazo se soltó de mi agarre y empezó a curvar los dedos como para sacarme los ojos.
-¿Has visto quién te seguía?-susurré.
Me miró intensamente un rato. Le quité la mano de la boca para que me pudiera responder.
-...


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Espero que os haya gustado. Mañana colgaré el siguiente. Por cierto, las imágenes que iré poniendo son hechas y retocadas por mi o buscadas por internet. La de hoy es hecha y retocada por mi *-* Bueno comentar y dejarme vuestra opinión. Poco a poco se pondrá más interesante. Besoos!

8 comentarios:

  1. Me leí el cap. y ya quiero saber que le va a decir, quién les seguí, y ... bueno, todo en general.
    Cuelga pronto.
    Besos.

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  2. UI! Hostias, está to interesante :O
    Sigue sigue, aver quien le sigue :O

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  3. Deoj, y se supone que se hara mas interesan? El Opening fue jodidamente GENIAL en serio me quede con ganas de ver mas!
    Quien era la chica? El como se llama? Que carajo es y que coño busca? y que seguia a la pobre muchacha?
    Me encanto el cap y seguramente los otros me gustaran igual. Besos guapa, cuidate :*

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  4. WOW. Qué interesante. Me encanta este primer capítulo.
    Espero que publiques pronto el próximo.
    ¡Besos, cielo!

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  5. Wowowwwwwwwwwwwwwww me encantó. esta supeeeeeeeerrrrrrrr

    ya lei la saga pero no imagine que me atraparia asi!!
    Por dios esta muy buena!!
    Seguilaaaaaaaaaaaaa

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  6. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!!!!!!!!!!! ya la amo desde YA!!!!!! sigue subiendo!!!!! esta genial!!!!!!!!!!!!!

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  7. no me e leido el libro!! primero te leere ati, y luego leere los de la escritora, asik sorprendeme, komo siempre lo haces!!! besoss, t leo y espero capi!!!!

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  8. ¡Me encanta! Lucas... *-* JAJAJAJAJA! Me encanta el nombre de Lucas, y espero que éste también sea muy dulce y tierno como en tu otro blog... ME LOS COMO A LOS DOOOOOOS! jijiji! :)
    Un beso, Judit! ^^

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